viernes, 27 de febrero de 2009

Día de Andalucía, y de lo que aconteció en él

Ayer los andaluces más internacionales de toda Finlandia (a falta de Javi, que está en Punta Cana) se decidieron por organizar una fiesta por el día de Andalucía, no sin admitir antes que nunca en sus vidas habían celebrado en España este día con ninguna clase de fiesta, y que hacerla era una mala excusa para beber sangría y echar la noche. Y así fue. Andaluces en la foto, a saber Juanmi, Juande y Sevilla (su nombre no es éste, es que es de allí y así le llamamos, aunque en realidad sus padres le llamaran Pablo), en la foto los trilocos.

Con motivo del día de Andalucía, se organizó en el mismo evento el esperadísimo concurso de spanish omelettes. Los concursantes, Juanmi, Juande, Sevilla, Pedro Asturias, Banis y yo mismo, aunque creo que me dejo a alguien. Para conocer el ganador, un jurado formado por Maño, Judit, Josephine y Julia, hermana de Josephine que anda estos días de visita por aquí. Con este jurado, es imposible que nada salga bien, y así sucedió: por un lado, Maño, que nos obsequió con un espectáculo lamentable como jurado, demostrando que no sabe de dónde le viene el viento. Designado jurado mediante la fórmula menos democrática posible, es decir, autoproclamándose él mismo como tal, se dedicó a probar sin criterio alguno las diferentes tortillas de los participantes. Quería hacer ver que sabía lo que se hacía; sin embargo, quedó rebajado a la altura del más barato de los betunes cuando un trozo de chorizo de la tortilla de Pedro, en un claro intento de cheating, compró su subconsciente, otorgándole la máxima puntuación de forma absolutamente injustificada. Ayer quedó demostrado que Maño es de lo peorsito que podía haber entrado al cuerpo de jueces del estado, menos mal que va para ingeniero.

Casi tan mala fue la actuación como jurado de Josephine, que dió otra injustificada puntuación a Banis por eso de que está emparejada con él. Lamentable también, porque Banis hizo un intento de "novelle cuisine" a base de una tortilla de patatas al roquefort, una forma reprobable de comprar a Josephine y a su hermana. Se salva sólo Judit, que es la única persona en este mundo totalmente neutral y cuerda, aun siendo de ERC hasta la muerte. No gané el concurso, no hace falta atar más cabos. Sólo decir que cuando se abrió la veda al público para comer las tortillas, la mía fue la primera que se acabó. Sin comentarios.

Por lo demás, la fiesta nos sirvió como último homenaje a Judit y Álex, ambos de Barcelona, que se nos van hoy mismo pero ya convertidos en ingenieros químicos. Álex, un cachondo mental que se nos reveló a finales del primer semestre, y Judit, de lo mejorcito que he conocido yo este año y que me ha servido para quitarme muchos prejuicios de Cataluña, o al menos gran parte de ellos. Echaré de menos mis confidencias y charlas con la Judit, de las que tanto me costará olvidarme. Caerá en breves una visita a Barna, así que nos veremos en poco tiempo. ¡Os echaremos de menos!

Y con respecto a lo que fue la fiesta luego, muchas sevillanas, pachangueo, y sangría a cascoporro elaborada por el spanish team, que tuvo que ser custodiada la velada entera por eso de que aquí la gente no respeta nada y se bebe el alcohol ajeno sin ninguna clase de complejo ni escrúpulo. Gran fiesta la de ayer. He dicho.

lunes, 23 de febrero de 2009

It was LEGEN... wait for it... DARY

Así fue mi fiesta de cumpleaños del viernes, celebrada a lo grande en la sala común de Punkkerikatu. Estaba casi todo dispuesto a las 21:30, como anunció el pertinente evento en Facebook, y la gente hizo lo que hago yo siempre, llegar tarde. Los únicos puntuales, Laura, Anniina, Henry (llegan a su hora sólo porque son fineses), y un perdido y atontado Juande. A las 23:00 ya estaba todo el mundo.

Detalles de la fiesta, muchos, aunque es difícil recordarlo por eso de que la fiesta fue hace tres días, y había mucha bebida de por medio. Comida basada en dos tortillas de patatas, snacks variados, y unas triunfadoras muffins que trajo Anniina y que hicieron las delicias de los presentes. Además, algunos grupúsculos de gente se organizaron para hacer variadas tartas de cumpleaños. Por un lado, Naziha, Judit y Fancy. Por otro, Lara y Julie. Y ya por otro lado, Susie, Andrea y Pavel (foto), que me hicieron una tarta para aprender alemán, por eso de que estoy a saco con él. La susodicha tarta tiene su intríngulis y esconde muchos secretos: RTFM (locura añadida a la tarta por Pavel, que viene significando Read The Fucking Manual), y varias palabras alemanas como Der Geburstag o Der Kuchen que los que estudien alemán sabrán lo que son (juas).

Más detalles aparte, los japoneses me hicieron la comida que más adoro desde que llegué a Finlandia, que viene siendo el sushi. Una bandeja entera para mí sólo, con productos japoneses importados desde el mismo Japón. Aprovecho para lanzar sutiles indirectas tales como "me encanta el sushi", "Carlos, me debes un sushi en Barcelona", "invitadme a cenar sushi". Suficiente. Por lo demás, compré tres botellas de tequila, muchos limones y sal para marear al personal. Las consecuencias de esta clase de invitaciones es que a alguien le sienten los licores peor que al resto, y así sucedió, ya que Peter nos obsequió con un cabezazo a una de las ventanas de la sala común que acabó rota, y los dos baños inundados.

¡Llegó la hora de los regalos! La people se portó muy bien conmigo: me regalaron una sudadera del H&M y unos calzoncillos de Homer Simpson (llevo ambos puestos en la foto), y por otro lado un set de Poker muy completo. En definitiva, un cumpleaños que no olvidaré jamás, por todos los que vinieron (invitados y no invitados), pero en el que eché de menos a muucha gente del primer semestre. Mención especial a Ula y Kevin, (bueno, y también a Olga-carapan) que estuvieron en mi fiesta recordándome a mucha gente del primer semestre. Espero ver a muchos de ellos en Abril.

¡¡GRACIAS POR TODO PEOPLE!!

PD: el domingo, dos días después de la fiesta, nos acercamos a limpiar la porquería de sala común que había quedado, pero unos "duendes" se habían ocupado de limpiarla. Supongo que fue el LOAS, así que espero que no pase factura. Tampoco por la ventana :S

martes, 17 de febrero de 2009

Gracias pipol

Ayer me tocó cumplir 23 años, y aún cumpliéndolos en el peor día de la semana, oséase un lunes, acabó siendo un gran día.


Primero, clase de alemán a las 12 de la mañana, durante dos ricas horas, comida en la Student con toda la gente... y luego a cocinar como un negro (no offense) para la cena. Como siempre, los cálculos para una serie de asistentes indeterminado nunca pueden salir bien, así que puedes elegir o por quedarte justo, o pasarte. En mi caso, opté por la segunda. Ventajas: nadie queda con hambre. Desventajas: el personal muere de dolor ante la posibilidad de que su estómago explote en cualquier momento.

El menú, muy elaborado: de entrantes, ensalada de pasta hecha por Juande y Maño, Lasagna hecha por Josephine, y dos quiches de bacon y queso hechas por mí. No habíamos terminado los entrantes, y ya estábamos todos llenos. Sin embargo, había que hacer hueco: cuatro kilos de carne al horno con su salsita, hecha por Sevilla, acabaron por exterminar la capacidad digestiva de nuestros estómagos. Y de postre... tartas de chocolate y de pera hechas por Lara y Julie, con velitas y todo. Además, Mario en su contínuo afán de protagonismo, se dejó caer por mi casa a modo de sorpresa, recién llegado de España.

Este viernes toca celebrarlo a lo grande con la correspondiente fiesta, así que ya contaré.

En la foto, los asistentes a la cena:


Como he dicho en el título del post... MUCHAS GRACIAS PIPOL

PS: lo siento, Mohammed, pero el que el 90% del menú estuviera sacado de productos provenientes del cerdo no fue a propósito. Lamento que te quedaras con un poco de hambre.
PS2: de tanto que comimos, yo hoy no he podido desayunar y a duras penas comí. Leo afirma que él no pudo dormirse hasta las 4 de la mañana de todo lo que comió.
PS3: Alen idiota, qué haces en España el día de mi cumpleaños

lunes, 16 de febrero de 2009

domingo, 15 de febrero de 2009

Carnavales

A la Student Union se le ocurrió celebrar los carnavales en el basement ayer sábado, que son muy típicos de Finlandia además (es mentira), y decidimos disfrazarnos de alguna manera para acudir a la fiesta. Motivo del disfraz: Blancanieves y los 8 enanitos. Sí, es cierto, había overbooking de enanitos: Sevilla, Maño, Juande, Carlos, Banis, Leo, Juanmi y yo. Blancanieves, como no, Larita, con al correspondiente cestita para las manzanas.


Así que con varios kilos de algodón para las barbas, cartulinas para los gorros, cartones y camisas de leñador para la ocasión, junto con hachas y picos hechos a base de palos y aluminio, acabamos como podeis ver en la foto.

Como siempre, en esta clase de cosas organizadas por los fineses, el principio siempre es un coñazo principalmente debido a que muchos fineses tienen horchata en las venas... hasta que llegamos los exchange students, o vaihto-opiskelija que dirían ellos. La verdadera sorpresa de la fiesta fue ¡la inesperadísima aparición de Kevin! que nos había dejado en Diciembre. Le dieron a elegir entre irse a Nueva York o volver Lappeenranta, y obvia decir cuál fue la decisión. Está claro que aquí en Lappeenranta hay más que hacer y más que ver que en Nueva York. En la foto Kevin mordiéndome la barba de enano.

Yo me había prometido no salir este fin de semana porque tengo trabajo a cascoporro, pero el destino volvió a demostrar que es caprichoso. Al grito de "todos al Diva", allí que nos fuimos a echar la noche, que estuvo especialmente graciosa (¿a que sí Maño?). Y como viene siendo costumbre, después del Diva, al Rulla Kebab a comernos un Rulla Kebab, que sabe a gloria bendita después de una noche de sábado. Algún día me pararé a contar lo que acontece cuando uno va al Rulla Kebab, canción incorporada.

Chinese party

El viernes tocaba fiesta temática, una de esas que Karanko echaba de menos. Esta vez, la temática era china. Las organizadoras del evento: las chinas más internacionales de Lappeenranta, Shan-Shan y Fancy (su nombre chino es Mujiong, pero chinos y japoneses utilizan siempre algún apodo Europeo). Aunque ésta no fue una fiesta tan asquerosamente opulenta como la japonesa que se celebró el semestre pasado, esta vez hubo minijuegos para el personal, a modo de competición. En ésta, dos equipos tan grandes como batallones, luchaban por ver quién hacía más "empanadillas chinas", que tienen un nombre imposible de recordar. El proceso era sencillo, cortabas un trozo de masa, lo amasabas dándole forma redonda a la velocidad del rayo, le ponías un poco de relleno ,y la cerrabas. Debido al flagrante e intolerable cheating del equipo contrario, mi equipo perdió por 20 empanadillas menos (quedamos 86-66, cual partido de basket), aunque el premio de ganar la competición era comer más empanadillas de esas, que luego se hervían y no sabían a nada. De todas maneras, era difícil hacer empanadillas de estas habiendo bebido.

La fiesta arrojó varias conclusiones que sirvieron para romper varios mitos: en China no se toma nunca el arroz tres delicias, es un invento probablemente de los americanos y ellos no hacen semejante cosa. Los chinos saben lo que es un rollito de primavera, pero en China se hacen casi nunca, ni siquiera son costumbre allí. El pato con almendras no se toma nunca, otro invento que se ha extendido por el mundo entero del que se dice que también es chino, aunque no lo sea. Éstao platos, y tantos más que no recuerdo. En realidad la culpa de ésto son los propios chinos que salen de China a montar negocios gastronómicos, que son ellos los hacen las cartas de sus restaurantes. Se lo han buscado. En la foto, Fancy, Shan-Shan, y en el centro Soon, que es koreana pero da el pego.

jueves, 12 de febrero de 2009

Overall

¡Por fin! Después de más de cuatro meses esperando por él, finalmente los del Cluster (Guild de Informática de la LUT) recibieron los overalls que encargamos allá por Octubre.


El overall es un "mono" cuyo color depende del departamento al que perteneces: el de IT es rojo, el de Business es amarillo, el de Industriales es azul, Química verde, y tantos más que no recuerdo. Una de las gracias del overall reside en la cuestión de los parches: cada vez que hay una fiesta, los organizadores suelen hacer una especie de parche con dibujos que se venden al módico precio de 2€. Esos parches luego se van poniendo sobre el overall, siendo el overall testimonio móvil del número de fiestas a las que uno ha asistido. En muchas de las fiestas organizada por la Student Union, el dresscode suele ser el overall. Por defecto, el overall siempre viene bastante publicitado, este año por ejemplo por Accenture, Nokia, y por supuesto ¡el GIGGLING MARLIN!

Sin ir más lejos y con motivo del Liugur (una fiesta finesa en la que la gente se tira con trineos chorras colina abajo), hubo fiesta en el Giggling a la que había que ir con el overall. Y así fuimos. Es fácil distinguir a la gente por el overall que lleva. Por ejemplo, si es rojo, es un friki la mayoría de las veces (no es mi caso ni el de los informáticos españoles), y si es amarillo y la chica que lo lleva es finesa, la susodicha está de buena para arriba. En breves me pondré a tunear mi overall con los parches que ya tengo, así que ya subiré alguna foto. Espero que en Wappu mi overall acabe bien cubierto. ¡Más sobre el Wappu próximamente!

lunes, 9 de febrero de 2009

Días de trabajo por la LUT

Estoy en épocas duras en lo que a trabajo se refiere por la yliopisto. Y es que se han puesto en todas mis asignaturas de acuerdo para mandarme reports y assignments todos juntos al mismo tiempo. Así que mientras los demás están pelando la marrana el día entero, los de IT estamos quasi desbordados por trabajos absurdos.


Y es que aquí se estila mucho lo del presenter-opponent. No sé si lo he comentado alguna vez, pero esto consiste en que todos los trabajos que tú haces se los tienes que enviar una semana antes de presentarlo a tu "oponente", que es otro alumno de la clase. El oponente se lee tu trabajo, lo corrige, y luego el día de la presentación hace preguntas asesinas, con el único objetivo de humillarte en público. Con esta historia se me va parte del tiempo, porque además de hacer mis trabajos, tengo que leerme los de los demás.

Se me juntan más tareas a la vez, aunque una de las más tediosas es la de ver cómo un trabajo que supuestamente tienen que hacer cuatro personas, al final la está haciendo uno, servidor. Esto se debe principalmente a que en Uganda y Gana no saben programar, racismos aparte. Menos mal que la estridente e inimitable risa de Nana lo hace todo más ameno (más de Nana y su risa próximamente). Lo mejor sigue siendo el alemán

Con respecto al partying, que es lo que de verdad importa, el sábado pasado tuvimos crazy party en casa de Javi. Lo de crazy se debió en gran medida a que en el piso de al lado de casa de Javi había organizada una fiesta finesa, para fineses y finesas, en la que para entrar había que estar muy bebido, o eso es lo que pensamos cuando vimos la gente que de allí salía: y es que un finés borracho es la cosa más insoportable del mundo, te agarra y no te suelta hasta que ha terminado de decir todas las tonterías que se le pasan por su loca cabeza. Al final, la fiesta finesa se trasladó al piso de Javi con drásticas e imprevisibles consecuencias, las cuales me abstengo de contar por no herir la sensibilidad de ciertos lectores, y por si a Mister Blogger no le gustan. Irrepetible. La foto es suficientemente descriptiva, eso si, no diré quienes son sus protagonistas.

A ver si esta semana me reengancho al skating, además de volver a esquiar este miércoles, que hay otra salida organizada. Ahora estamos a -1 grados, aunque espero que volvamos a los -20 grados de la semana pasada. Una temperatura deliciosa.


martes, 3 de febrero de 2009

Esquiando

Hoy la novedad entró en nuestras vidas, y muy en particular en la mía, porque nos hemos ido a hacer una cosa que no habíamos hecho nunca desde que llegamos: esquiar. La universidad organizaba un viaje a unas pistas de esquí que están a menos de una hora de Lappeenranta. Por el módico precio de 10 euros podías entrar a la pista, y por el forfait (me encanta la palabra) te cobraban 8€, cosa que en España vale 45€. Con lo cual, por 18 euros, podías estar esquiando 3 horas tranquilamente.


De momento, lo mejor que he hecho desde que llegué a Finlandia este semestre, junto con el patinaje. Sin embargo, y siendo la primera vez que esquío en mi vida, la experiencia ha resultado mucho más gratificante que mi primer día patinando. Después de comerme alguna valla y caerme cuesta abajo con peligro real de partirme una pierna, mis destrezas como esquiador novel han mejorado notablemente gracias a la amable ayuda de una tutora finesa que venía con nosotros. Me ha enseñado lo único que necesitaba saber para cualquier deporte de hielo/nieve: frenar. Con el freno, uno puede hacer lo que le dé la gana sin miedo a acabar de lleno en el bosque o trasquilar a alguien accidentalmente.

He estado a punto de ser eclipsado (y digo a punto, que al final ha habido ciertos momentos de motivación que han hecho que me sorprenda de mí mismo) por varios masters del esquí. Por ejemplo, Josephine (ventajas de vivir en los Alpes), Lucas, o Marcel, que después de ver mis progresos me ha puesto el apelativo de ROCK STAR.

Gran día éste. A la vuelta, nos pasamos por el cumpleaños de Bea para rematar, y de paso comer algo de gratis. El próximo miércoles habrá otra excursión a esquiar organizada por la Student, así que prometo volver.