martes, 26 de mayo de 2009

Fin de la aventura

Lo que empezó como una experiencia totalmente nueva en Agosto del año pasado, acabó ayer mismo al llegar a España, y más en concreto, al escribir la última entrada de este blog. Después de 24 horas de viaje con Alen, estoy de vuelta ya en Madrid. Como dirían los franceses, partir es morir un poco; volver, en cambio, es morir un mucho.

Aunque ya lo hago, echaré de menos esas pequeñas cosas que han hecho que este año en Finlandia haya sido uno de los mejores de mi vida, si no el mejor. Las diarias reuniones en la student, los visionados de LOST en el auditorio, el camino en bici a la facultad, las visitas al Prisma o al Valintatalo, las confidencias, los rumores, el "¡nievaaaa!" de Noviembre y el "a ver si desaparece esta mierda blanca de una vez" de abril, el "yo soy candela, soy una llamará", las clases de salsa con Magali, el "todas las mujeres" que tanto oímos en Laponia, las coñas con Mister Azar, los predrinking en casa de Annegret y Annegret en general, las cenas del mus, las bromas con la A17, el rula kebab de los sábados, el montarse la fiesta en casa de alguien en vez de ir al giggling, de los ratos en el piso de arriba de la kirjasto, el politono cavernario del móvil de Alen, el british accent, las coñas con los mohinder y los chamanes, las noches de cine en mi casa, los "¡inventer!", las tonterías en esas tardes de patinaje, esos míticos vídeos que nunca olvidaré como el de tocinete de benicarló, la máquina de la verdad de Leticia Sabater, o Harry Potter bananero, y en general, tener siempre algo que hacer con alguien a cualquier hora del día, además de tantos pequeños detalles que han hecho de estos meses algo inolvidable.

Si alguna vez tuve dudas, pedir este año el Erasmus a Lappeenranta ha sido una de las mejores decisiones que he tomado nunca, y desde aquí animo a todo el mundo a que haga lo mismo que yo hice, porque el no hacerlo significa quedarse en lo de siempre, en la rutina. Me ha servido para conocer gente de todos lados, conocer mundo, y en parte para conocerme a mí mismo. Me gusta imaginar cómo hubieran sido no dos semestres en Lappeenranta, sino diez, toda una etapa universitaria, con todos los amigos que aquí hice. Entonces sí podría decirse que la universidad sería la mejor etapa de la vida de alguien, sin ninguna duda.

Una vez pisado suelo español, ya echo de menos todo lo que allí he vivido, y siento envidia sana por los que siguen todavía allí, a pesar de que vuelvan esta semana a más tardar. Sin embargo, sé que a la mayoría de ellos los seguiré viendo, y a los que más me importan, con mucha frecuencia, aunque tenga que viajar a Szecin, Aachen, Hamburgo, San Petersburgo, Porto, París, Japón, Suiza y tantos sitios. Y por supuesto, por toda España, porque volver a estar sin todo el spanish team de nuevo se me hace impensable. Ha sido un placer el haberos conocido, gracias por todo.

Y con esto cierro este blog, que tantos momentos me ha dado y espero os haya dado a vosotros este año. Lo hice como un diario de este Erasmus que pudiera leer dentro de mucho tiempo para acordarme de todo lo que aquí hice, y espero que así haya quedado. Me alegra saber que en ocasiones hice pasar un buen rato a los que (aunque quizá por accidente) os pasabais por aquí.

Gracias por haberme hecho pasar este año como lo he pasado. Os deseo lo mejor.


lunes, 25 de mayo de 2009

No es un adiós, es un hasta luego

Poniendo ya casi un epílogo al blog, no puedo cerrar ésto sin despedirme, en ningún caso para siempre, con un pequeño homenaje de todos los que forman parte del corazón del tan conocido y aclamado "spanish team" este año. Sois todos únicos e inimitables, y el simple hecho de haberos conocido hizo que el pedir Lappeenranta como destino Erasmus haya merecido la pena. Espero seguir viendoos a todos por mucho tiempo.

Leo: su calma y templanza para afrontar los peligros y disyuntivas que el mundo esconde, han hecho que los cimientos sobre los que se sujetan mis ideas se hayan , en ocasiones, tambaleado. Si Leo dice algo, pondrá de acuerdo a tirios y troyanos, porque es el eterno pedazo de pan en el que no cabe otra cosa que no sea inocencia y razón. Cuando monte una academia de confucionismo, lo cual no tardará mucho en llegar, me apuntaré.
Pedro, o Pedro Corleone para la spanish society: por enseñarme el verdadero rostro del mundo de los negocios, y el justo precio de una sudadera. Chavaaaalllllllll!!
Lara: porque ya es como mi prima y me hartaré de verla en años venideros, a no ser que se me vaya a Suiza. Si esto acaba pasando, entonces iré a visitarla y nos seguiremos contando historias que nunca verán la luz. Eso sí, hasta que ellas las cuente en público, como suele hacer cuando le cuentas algún secreto.
Juande: no se lo había dicho hasta ahora, pero ya a estas alturas debería saber que es de lo mejor que he conocido en mucho tiempo. Por esto mismo, y por los siglos de los siglos, tendrá el codiciado logro de presumir de un eterno lugar en el famoso "corcho de la fama". Recién salido de Lappeenranta, se me hace raro el pensar que no le tendré deambulando cerca a partir de ahora. Siempre tendré un motivo para visitar Granada.
Juanmi: porque al final encontró su vocación de cómico, aunque fuera parcialmente a costa mía, y porque siempre que esté en una discoteca y me aburra, me acordaré de él y de todos los momentos en los que se acercaba y gritaba en mi oído "¡qué pasa puti!". Aunque pueda sonar irónico, lo echaré mucho de menos.
Pedro Asturias, Voldemort: llegó tarde, la armó, y al final se ha ganado el corazón de todos, a costa de llevarse una señora bofetada.Espero que me busques acomodo todos los años para vernos en el descenso del Sella, y que el aire de Asturias te baje el cuello.
Banis: el que mejor hizo honor este año a la palabra "pedoflas", sobre todo en los momentos Giggling que tristemente le fueron arrebatados. Cada vez que me quiera pillar un melocotonazo de miedo, o echarme aunque sea unas risas, tengo a quien llamar en Madrid.
Carlos Plana: por haber superado una prueba más cansada que los propios trabajos de Hércules: aguantar durante un año todas las chorradas que han nacido en mi cabeza y luego ha escupido mi boca. Enhorabuena Carlos, nada podrá ya sacarte de quicio, has superado la prueba. Sólo espero que recuerdes el efecto mariposa que rige nuestras vidas, también la tuya. Brindaré a tu salud, porque has sido la mejor pareja de mus que he tenido nunca.
Maño: porque me ha enseñado que bajo una cubierta hecha a base de eternas quejas y gruñonería, existe un ser entrañable y dulce al que al final le he acabado cogiendo un imprevisto cariño, como el que se le coge a un peluche roto. Nos veremos al menos una vez al año, si es que es fiel a su palabra, y me invita a Pilares cada mes de Octubre. No cambies nunca Maño.
Javi: porque he tenido que llegar a Finlandia para conocer a alguien que sabe más que yo en muchas cosas. Tras 9 meses, puedo ya humillarme y decir que nunca en vida te llevaré la contraria Javi, porqué sé que no podré llevar razón si tú opinas la cosa contraria. Eres un pedazo de pan, y nos veremos en Sevilla cada vez que vaya, aunque sea para hacer esa cena de san jacobos que te prometí y que nunca te acabé dando. ¡A tomar por culo ya hombre ya!
Mario: un hermano, al que no echaré de menos porque le seguiré viendo por mucho tiempo en nuestra tierra que es Madrid, aunque sólo sea para darnos golpes en el brazo y preguntarnos "pero por qué dice eso tu?" mientras nos tomamos unos perfumes.
Sevilla: porque es muy difícil olvidarse de alguien así, más si cabe cuando me ha enseñado a hablar casi un perfecto sevillano. En una de mis múltiples visitas a Sevilla pondré en práctica mis skills en sevillano, y gracias a él la gente se parará por la calle, me mirará y dirá: "ahí va un nativo". Tu "ay vicenta" ha quedado grabado en mi cabeza para siempre, porque sé que viene de otra vieja como yo. Eres muy grande, y alguien al que todo el mundo debería conocer, porque estás hecho un personaje.
Jordi: otro hermano que tengo en Madrid, con el que prometo seguir viéndome asiduamente. Cometió el error de no quedarse el segundo semestre en Finlandia, aunque nos visitó en Wappu haciéndome pasar muchos de los mejores momentos de este segundo semestre. Nos vemos a la vuelta.
Maite: Me queda como una amiga para siempre en Valencia, y espero que se venga a vivir a Madrid para tenerla más cerca de lo que la tengo ahora. Me ha faltado mucho este segundo semestre, y ella lo sabe. No te olvides de nuestas chorradas, como el "shalalala" o el "caaaaro".
Carlos: eterno compañero de confidencias en el primer semestre, y alguien con el que siempre pude hablar de todo en cualquier momento. No me dará tiempo a echarle mucho de menos, porque nos debemos varios sushis en Barna (y digo varios, porque desde luego no será sólo uno). Nunca debiste haberte ido el segundo semestre.
Judit: fue una pena verla marchar en pleno febrero, porque sabía que con ella se me iba una de las personas con las que podía hablar sin problema de el mundo en general y mi mundo en particular. Me ha servido para romper muchos estereotipos de catalana independentista (que lo es, y a mucha honra), así que ya quedaremos en Barna, aunque sea en una manifa. ¡Espero poder seguir charlando contigo!
Olga: mi mejor vecina (y mucho mejor persona que yo), que me venía a "picar" a la puerta de mi casa para verme a mí y no a Alen, ¡pero cómo cambian las cosas!. Algo me dice que no dejaré de verla, porque me esperan muchas visitas a Barcelona en un futuro muy próximo, así que quedaremos para rememorar nuestros bailes en Giggling.
Alex: se reveló como un pedoflas en toda regla el día de mi fiesta de cumpleaños, y de ahí todo fue hacia más. Amenaza con venir a vernos al "extranjero", y ahí le estaremos esperando para contarnos unos chistes.
Alba: mi eterna jefa, siempre andaré bajo tu eterno yugo como subjefe. Tengo la suerte de que también te tengo por los madriles de mis amores, con lo que no te escaparás de esos tan anunciados desayunos que nos prometemos habitualmente. Nunca cambies, porque Alba sin ser como es, se queda en mucho menos.
Alen: lo mejor de mi Erasmus. Este año sin él no hubiera sido lo mismo, y volvería a pasarlo con él sin pensarlo un segundo. Nada a partir de ahora volverá a ser lo mismo cuando deje de vivir con él, cuando ya no tenga los golpes que me despertaban por la mañana, el chorro de agua en la cara, los juegos tontos de todos los días, nuestras conversaciones con la cachimba, y tantas cosas. No diré que espero verle durante mucho tiempo, porque ya sé que lo voy a hacer.

Y por supuesto, no puedo cerrar el post sin recordar a los mejores amigos fuera del spanish team, que hicieron que mi primer semestre aquí fuera como fue: Annegret, Magali, Joao, Marek, Ula, Tobias, Sebastian y Sebastien, las Blandine, Aurelija, Aleksandra, Tiphaine, Lucas, Julie, los dos Pavel, Isaeva y Krivenkova, Daisuke, Cho y Masa, Soon, Kevin... y tantos que me dejo, que sois muchos. Y cómo no Anniinna, Henri, Laura, Olli y Mika; sois lo mejor de la fauna finesa. ¡No cambies ninguno nunca!

jueves, 21 de mayo de 2009

Riga y Vilnius

Me animo a volver a escribir una vez que he encontrado un rato después de volver de mi último viaje como erasmus. Como ya avanzaba en el anterior post, poníamos rumbo a esos pequeños países de las costas orientales del Báltico, más en concreto Riga y Vilnius, sacrificando una necesaria re-visita de Tallin, de la cual no me recuerdo, que diría alguien.

Vuelta a Riga, porque una visita a Riga nunca está de más por muchos motivos, ya sea la fiesta, por lo que hay que ver allí, o por las musas riguenses que pasean por sus calles. La novedad en este caso sería Lituania, más en concreto Vilnius. Se puede resumir Lituania como un país atrasado y que todavía rema con la fuerza de los años 60, tan presentes en todas partes, empezando por la ropa de sus habitantes y sus peinados. Es volver a Falcon Crest sólo que de forma cochambrosa. En suma, gente fea y antipática. Sin embargo, no todo el monte es orégano, y Lituania tine sus ventajas: es un país que está de oferta. Quizá si esto lo dice alguien que viene de Finlandia, alguien pudiera pensar que pudiera ser esto una exageración. Nada más lejos, no he cocido un país tan escandalosamente barato nunca en mi vida en absolutamente todo.

Lástima que en Lituania no haya prácticamente nada que ver, mucho menos en Vilnius. Catedral, las vistas desde el monte que hay plantado en medio de la ciudad con su "castillo" en lo alto, y muchas iglesias (en Lituania son católicos a más no poder). A falta de cosas que ver, nos cogimos un autobús a un pueblo cercano llamado Trakai y pronunciado de otra manera, a ver un famoso castillo. Y esto acabó siendo de lo mejor del viaje por ser una cosa curiosa, como yo la llamo. Después de ésto, Lituania quedó vista para sentencia.


Aprovechamos para quedar con Aurelija y Aleksandra, lituanas del primer cuatrimestre en Lappeenranta y que se ofrecieron a darnos el tour guiado, y llevarnos a varios sitios típicos. El primero de ellos, un restaurante típico lituano. La comida típica lituana se resume en "patata". Allí se les llaman ZEPPELINES, porque son patatas enormes que están rellenas de carne, mediante un procedimiento que segun Aurelija es muy complicado. No las haré en casa. El otro sitio típico, un bar en el que servían cervezas con sabores: arándanos, lima, fresa... o la mía, de coco, que ha sido de lo mejor que he probado en mi vida en cuestión de cervezas. Y además barato, como ya dije.

Una vez ya aquí después de un agotador viaje devuelta, me dispongo a preparar todo, porque este domingo salgo de Lappeenranta para no volver en mucho tiempo, ya que se acaba mi año Erasmus. Mis impresiones sobre este año las reservo para uno de mis último posts, que no tardará en llegar porque estos días estoy ajetreado preparando cosas y despidiéndome de la gente, que ya se marcha. Mal asunto el de las despedidas.

viernes, 15 de mayo de 2009

Fin de exámenes

A escasos minutos de meterme en la cama y recuperar todo el sueño que he perdido desde hace una semana, me dispongo a dejar constancia de esta última semana, que ha sido de exámenes en la LUT.

Como ya he dicho alguna vez aquí, la pureza está en la mezcla: Symbian Programming, German I, Introduction to Machine Vision and Machine Learning, y Pattern Recognition han hecho las delicias de mis neuronas, exprimidas hasta niveles intolerables en un Erasmus. Supongo que es mi castigo por no haber hecho nada el primer semestre, aunque espero que todo esto se traduzca en un quinto año de carrera aprobado.

Pero que los árboles no nos impidan ver el bosque. Hay más aparte de exámenes en esta vida Erasmus, empezando por la fiesta asiática a la que fui ayer (esta vez era mezcla de japoneses, chinos y koreanos), y terminando por nuestro último viaje este año. Esta vez, vuelta a Vilnius, pero también a Riga, ciudad de la perdición y el vicio. Y como dijo Confucio, que estos días está muy en boca de todos por otros motivos, "los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos", así que confío en que Vilna deje profunda huella en nosotros, como en su día Riga lo hizo.

Marchamos este sábado, y volveremos el miércoles, a pocos días de abandonar para siempre Finlandia. No creo que cuente nada más hasta que vuelva del viaje, ya que mañana es el cumpleaños de Sevilla y Laura, que han alquilado la Student Union para celebrarlo por todo lo alto, y no buscaré fuerzas para escribir ningún post. Hasta más ver.

lunes, 11 de mayo de 2009

Yo y la televisión finesa

Esto me ha conmocionado. Para conocer la LUT y la gente que merodea por ella (incluido yo) mirad el siguiente video. El vídeo está en finés, lo cual no lo desmerece para nada, pues una lengua élfica como ésta es digna de ser oida las veces que haga falta.

http://www.yle.fi/media/asxgen.php?file=radiosuomi/etelakarjalanradio/videot/KOULUTUKSEN_HINTA.wmv

Semana del dolor

Después de este inexcusable parón de más de dos semanas sin escribir, retomo el blog no sin cierto apuro, debido a que ha empezado oficialmente mi semana de exámenes en la LUT, a la que gentilmente he bautizado como "semana del dolor".

Con una cantidad de cinco exámenes a cuál más horrible, ya con uno a la espalda y seguramente aprobado, serpentea mi vida estos días por pronlongadas sesiones de programación o de estudio, con el único fin de aprobar 60 ECTS para volver a España con quinto curso. Es gracioso el que esté aquí en Finlandia mucho más estresado que en España en época de exámenes, principalmente porque me juego más. No veo el momento de que llegue el jueves por la tarde para terminar todas mis obligaciones académicas en Finlandia, que ya se vuelven bastante cargantes. Lo único bueno que le encuentro a ésto es que la asignatura que más he odiado este año, Pattern Recognition, al final me ha acabado gustando, y si hubiera sido mi única asignatura este año la hubiera acabado disfrutando, ya que percibo que en realidad me ha servido para algo. Todavía no sé muy bien para qué, pero para algo.

En cuanto al resto, iba a dedicarme a contar cosas ociosas en mi vida, pero desde hace una semana no las hay, debido a lo que acabo de comentar. Sólo me queda tiempo para empezar a echar de menos Finlandia, pues me vuelvo para Madrid en escasos días. Es ahora cuando sé que llegado a España me invadirá una morriña que me durará meses, y con mala suerte, años. Es difícil evitar el pensar acerca de ésto, si cada vez que te encuentras con alguien por la vida, te dice dos posibles cosas "¿Cuándo te vas?" o "Me voy la semana que viene". Pero ya se sabe. Es tontería temer lo que no se puede evitar.

Como último apunte es agradable contar que todo ha recobrado el color verde que el Otoño se llevó, y de vez en cuando Finlandia nos regala un día de 20 grados y un Sol que caliente, que aquí sabe a gloria bendita. Hablando de Sol, hemos llegado a un punto en el que anochece a las 10 de la noche, y a las 3 de la mañana empieza a haber luz en el cielo. Es parte de la experiencia finesa, pero justo al contrario de lo que pasaba en Noviembre, cuando a las dos de la tarde era casi de noche. Hay que tener cuidado con desvelarse a las cuatro de la mañana, porque eso implica hacer esfuerzos polifémicos para volverse a dormir con la intolerable cantidad de luz que atraviesa mis "cortinas", que perfectamente pudieran pasar por papel cebolla.

Cuando acabe este periodo de castigo diario con cuerpo de exámenes, retomaré esto con más calma y más ganas, oséase, a partir de este jueves, que es cuando termino. Más y mejor en breves.

domingo, 26 de abril de 2009

Cómo me gusta la barbecue

Y por fin se alinearon los planetas para que yo finalmente pudiera asistir a una de las famosas barbacoas que intermitentemente se organizan por Finlandia. Hasta ahora, mi no-asistencias a las mismas era esencialmente debida a que me quedaba dormido, o que tenía que entregar algún trabajo. Ayer por fin fue distinto, a pesar de que ésta sea de nuevo semana récord en carga de trabajo, se juntan un report de una asignatura de business, y varios practical assignemnts de IT, lo de siempre.


Evento organizado y administrado por mi profesor de sevillano, conocido como Sevilla, con mucho éxito. Porque eso sí, hay dos cosas que se le dan bien a Sevilla, una es quemar las lentejas y otra organizar eventos, a pesar de que tampoco lo haga muy a menudo. Con un presupuesto de 8 euros por persona y 52 asistentes, más los sinvergüenzas al uso de estos tiempos de caradura, se montó la barbacoa en Rusko. Para comer, varios quintales de carne de lomo, pan y salchichas, e ingentes cantidades de sangría. (alguna leyendo he oido hoy acerca de que también hubo morcilla y chorizo a última hora). En la foto, la gente agolpada alrededor de la barbacoa para "rapar" sobre cualquier pedazo de carne medianamente hecho.

Pudiera sonar a broma, pero no, en Finlandia hace más calor que en Madrid estos días. En escasas 48 horas, la temperatura de este país ha subido 10 grados del tirón, y gozamos ahora de unos deliciosos 17 grados en cuanto el Sol asoma un poco, sin previsiones de que esto vaya a cambiar a corto plazo. El que haga tanto calor no evita que los montones de nieve que se acumulan, como en la foto, no se acaben de derretir. Esto es principalmente debido a que la nieve está mezclada con toda la mugre que se ha ido echando sobre ella durante casi 6 meses. En la foto, los que estuvimos en la barbacoa, y algunos montones de mierda blanca.


Siento que aparezca la ropa interior de un indio en la foto. No la hice yo, la hizo un tal Remu, un finés que en su día se vistió de mujer. Más sobre Remu otro día.

jueves, 23 de abril de 2009

WIPELLYS

Ayer tuvo lugar uno de los eventos más importantes de Wappu, junto con la fiesta de los FinnHits de la que ya hablé hace días. Hasta el momento, la mejor fiesta en la que yo he estado este año.

Wippelys consiste en lo siguiente: se compra un "ticket" por 5€, en el que hay 30 cuadraditos con los nombres de distintos bares de Lappeenranta, véase el Prinsessa Armaada o el Suvi-Saimaa, que son los barco-bares que hay anclados en el puerto, o el Birra, el Old Cock, Hemingway's, y así hasta 10 bares. Por cada consumición que hacías en cada uno de estos bares, te ponían un sello. La competición duraba desde las 5 de la tarde hasta las 9 de la noche, tiempo durante el cual las consumiciones en estos bares eran más baratas de lo normal. Por dar algún detalle más, el tercio de cerveza se quedaba en 2,5€, y no en 5,60€ que es lo que cuesta habitualmente. El objetivo de todo esto era empedoflarse, y conseguir un parche para el overall según lo que hubieras consumido. Para chicos, había que alcanzar un mínimo de 12 consumiciones para conseguir el parche RENTO, 17 para conseguir el KILPA, y 24 para conseguir el DOPING; para las chicas estaba un poco más rebajado el listón en cada una de las categorías.

En la foto, en uno de los barco-bares del puerto, el Prinsessa Armaada, que fue el punto de partida en nuestra gira. Al final la mayoría conseguimos arrastrarnos hasta el Diva, y unos cuantos menos recogimos el codiciado parche, el cual coseré a mi overall en cuanto pueda. Me he vuelto un maestro costurero, he de decirlo. Coso lo que sea. Desvaríos aparte, un gran día el de ayer, para recordar.

lunes, 20 de abril de 2009

FinnHits

Es éste otro evento de Wappu que no me resisto a dejar de contar, pues se prometía como una de las grandes fiestas de estas fechas, y así fue. Este año, el motivo de la fiesta eran los 70, temática que se ha revelado como muy socorrida este año a la hora de hacer una fiesta. La fiesta era alojada en la Student Union, que nos sirvió para cambiar de aires y variar un poco de tanto Giggling y Diva, y se llamaba como postula el título de este post. Disfrazados muy improvisadamente, en el hall de la Student nos recibía el concierto de unos fineses que tocaban pop-rock finés, y una marabunta de fineses dando saltos y, por supuesto, borrachos como cubas. No podía ser de otra manera.

Los españoles como siempre el alma de la fiesta, pues nada más llegar montamos una conga que a los fineses les pareció un baile celestial, pues rápidamente todos se engancharon. La conga acabó derivando en los típicos baile-show que hacen los que van verdes de alcohol, como por ejemplo, un finés que iba disfrazado de hitler setentero. En la foto, en pleno baile con todos mirando. Impagable, de otro planeta. Lo malo de estas fiestas es que a las dos de la mañana te largan a casa, aunque esta vez había organizada after-party en el basement de la Student, así que allí nos bajamos a hacer el moñas con grandes hits en finés como música de ambiente. Esta música era básicamente canciones famosas de toda la vida, pero que los fineses en su tiempo se dedicaron a traducir al finés para versionarlas. Por ejemplo, ABBA. No faltaron clásicos como el YMCA, raining men, y demás canciones masculinas que mueven masas.

A la vuelta, after-after party en casa de Mugambo (en la que también vive Juande, y estos días Jordi) y ya hasta el día siguiente. Lo malo de prolongar tanto la fiesta a estas alturas de año es que ahora en Finlandia, antes de las 4 y media de la mañana, ya empieza a entrar por la ventana una luz lo suficientemente molesta para retrasar el sueño. A este paso en Mayo viviremos en día perpetuo. Habrá que improvisar unas cortinas.

domingo, 19 de abril de 2009

Aventuras en Manhattan

Comenzado el Wappu, comenzadas las locuras que con él van de comparsa. Llegados Jordi y Maite, tocaba por ser miércoles irse al Giggling Marlin, previa fiesta en Teknologiapuistonkatu (idioma endemoniado el finés, cuesta escribir el nombre de una triste calle). El motivo de irse a Teknologia fue que Bea amablemente hacía una paella acompañada de varias tortillas de patata, plato muy socorrido éste cuando uno no quiere aparecer con las manos vacías, y para que no te tachen de cara o sinvergüenza. Cenados y bebidos, marchamos en bicicleta al Giggling, lo cual hacen seis kilómetros (o más) de recorrido, y por ende aumentan las probabilidades de accidentes.

Y así fue. Bajando la cuesta de la universidad, yo caí estrepitosamente al suelo, me dí con toda la cabeza en el duro cemento, y me rompí una rótula y el peroné en tres trozos (estas dos últimas cosas se demostró después que eran mentira, estoy como una rosa, pero al momento pareció eso), quedando mi abrigo roto y mis pantalones llenos de barro y fango, también rotos. Estando en el suelo malherido, se me acercó un finés que paseaba a su perro, y mientras éste último olfateaba mis pies, el finés me preguntó que si quería algo de beber. Cosas de fineses. Más tarde, Mario apareció con medio cuerpo descosido afirmando que también se había caído, aunque no hay testigos de semejante cosa. Retomando la marcha Mario y yo en soledad, nos encontramos a Juande en medio del campo con su bici, y nosotros inocentemente le pasamos, con un amable "¡venga, arranca!". Pasarían unos segundos hasta que nos volviera a adelantar a Mario y a mí, y desapariera en la lejanía al grito de "Os espero, no me esperais, que os den por culo".

No había terminado la noche, porque una vez saliéramos algunos del Giggling y otros del Diva, nos enteramos al llegar a Karanko de que había un español preso en la cárcel, otro con la cara como un higo, y todos identificados y apuntados en las listas de la "loca academia de policía", encargada de que el orden prime en Lappeenranta.

Muy graciosa la noche. Allí me las den todas. Por cierto, que el post reciba este curioso nombre fue idea de Mario, que me lo pidió expresamente a la vez que chillaba "tengo tanto dolor que mataría a un tío" mientras daba un sprint con su bici.