Comité de bienvenida

Dije que no escribiría hasta que no llegara a Lappeenranta... pero mentí! Todas las novedades con respecto al viaje estos últimos días merecen un post propio.

El caso es que allí parece que por fin se pusieron en marcha, y han organizado lo de la bienvenida a Finlandia casi como hicieron los chinos en Pekín con las Olimpiadas de este año:

A cada uno de los Erasmus nos han asignado un tutor, estudiante de la universidad de Lappeenranta, que "supuestamente" se encarga de una serie de erasmus durante el año, a modo de ángel protector ártico. En particular, el mío se hace llamar Jonna, que, a día de hoy, todavía no sé si se corresponderá con un hombre o una mujer, porque Jonna podría ser Juan... pero también Juana. Como promete irnos a recoger a la estación de tren cuando lleguemos, esto de no saber si es chico o chica sería un problema... si no amenazara con ir a recogernos con un paraguas verde para que le reconozcamos. Supongo que será más o menos así:


Quizá lo de recibir a los extranjeros con un paraguas verde sea una ancestral costumbre finesa. Eso sí, el paisano/a nos dará allí mismo las llaves de nuestro piso y después dice que nos lleva en coche a nuestras respectivas residencias, así que en principio pinta bien (este nivel de organización en este país que es España a día de hoy es impensable).

Iba a contar lo de la residencia, pero bien pensado, requiere un post aparte que ya publicaré cuando llegue allí, que hay mucho que contar.

Así que nada, el viernes cojo el avión a las 7:25 (de la mañana!) para Helsinki, previa escala en Munich, y a las 18:00 de la tarde cojo un tren en Helsinki para llegar a las 20:30 a Lappeenranta, donde espera un finés/una finesa esperándome bajo un paraguas verde para darme una finesa bienvenida.

Volveré por el blog cuando encuentre algún rato libre allí para contar novedades, así que nada de impacientarse!