domingo, 26 de abril de 2009

Cómo me gusta la barbecue

Y por fin se alinearon los planetas para que yo finalmente pudiera asistir a una de las famosas barbacoas que intermitentemente se organizan por Finlandia. Hasta ahora, mi no-asistencias a las mismas era esencialmente debida a que me quedaba dormido, o que tenía que entregar algún trabajo. Ayer por fin fue distinto, a pesar de que ésta sea de nuevo semana récord en carga de trabajo, se juntan un report de una asignatura de business, y varios practical assignemnts de IT, lo de siempre.


Evento organizado y administrado por mi profesor de sevillano, conocido como Sevilla, con mucho éxito. Porque eso sí, hay dos cosas que se le dan bien a Sevilla, una es quemar las lentejas y otra organizar eventos, a pesar de que tampoco lo haga muy a menudo. Con un presupuesto de 8 euros por persona y 52 asistentes, más los sinvergüenzas al uso de estos tiempos de caradura, se montó la barbacoa en Rusko. Para comer, varios quintales de carne de lomo, pan y salchichas, e ingentes cantidades de sangría. (alguna leyendo he oido hoy acerca de que también hubo morcilla y chorizo a última hora). En la foto, la gente agolpada alrededor de la barbacoa para "rapar" sobre cualquier pedazo de carne medianamente hecho.

Pudiera sonar a broma, pero no, en Finlandia hace más calor que en Madrid estos días. En escasas 48 horas, la temperatura de este país ha subido 10 grados del tirón, y gozamos ahora de unos deliciosos 17 grados en cuanto el Sol asoma un poco, sin previsiones de que esto vaya a cambiar a corto plazo. El que haga tanto calor no evita que los montones de nieve que se acumulan, como en la foto, no se acaben de derretir. Esto es principalmente debido a que la nieve está mezclada con toda la mugre que se ha ido echando sobre ella durante casi 6 meses. En la foto, los que estuvimos en la barbacoa, y algunos montones de mierda blanca.


Siento que aparezca la ropa interior de un indio en la foto. No la hice yo, la hizo un tal Remu, un finés que en su día se vistió de mujer. Más sobre Remu otro día.

jueves, 23 de abril de 2009

WIPELLYS

Ayer tuvo lugar uno de los eventos más importantes de Wappu, junto con la fiesta de los FinnHits de la que ya hablé hace días. Hasta el momento, la mejor fiesta en la que yo he estado este año.

Wippelys consiste en lo siguiente: se compra un "ticket" por 5€, en el que hay 30 cuadraditos con los nombres de distintos bares de Lappeenranta, véase el Prinsessa Armaada o el Suvi-Saimaa, que son los barco-bares que hay anclados en el puerto, o el Birra, el Old Cock, Hemingway's, y así hasta 10 bares. Por cada consumición que hacías en cada uno de estos bares, te ponían un sello. La competición duraba desde las 5 de la tarde hasta las 9 de la noche, tiempo durante el cual las consumiciones en estos bares eran más baratas de lo normal. Por dar algún detalle más, el tercio de cerveza se quedaba en 2,5€, y no en 5,60€ que es lo que cuesta habitualmente. El objetivo de todo esto era empedoflarse, y conseguir un parche para el overall según lo que hubieras consumido. Para chicos, había que alcanzar un mínimo de 12 consumiciones para conseguir el parche RENTO, 17 para conseguir el KILPA, y 24 para conseguir el DOPING; para las chicas estaba un poco más rebajado el listón en cada una de las categorías.

En la foto, en uno de los barco-bares del puerto, el Prinsessa Armaada, que fue el punto de partida en nuestra gira. Al final la mayoría conseguimos arrastrarnos hasta el Diva, y unos cuantos menos recogimos el codiciado parche, el cual coseré a mi overall en cuanto pueda. Me he vuelto un maestro costurero, he de decirlo. Coso lo que sea. Desvaríos aparte, un gran día el de ayer, para recordar.

lunes, 20 de abril de 2009

FinnHits

Es éste otro evento de Wappu que no me resisto a dejar de contar, pues se prometía como una de las grandes fiestas de estas fechas, y así fue. Este año, el motivo de la fiesta eran los 70, temática que se ha revelado como muy socorrida este año a la hora de hacer una fiesta. La fiesta era alojada en la Student Union, que nos sirvió para cambiar de aires y variar un poco de tanto Giggling y Diva, y se llamaba como postula el título de este post. Disfrazados muy improvisadamente, en el hall de la Student nos recibía el concierto de unos fineses que tocaban pop-rock finés, y una marabunta de fineses dando saltos y, por supuesto, borrachos como cubas. No podía ser de otra manera.

Los españoles como siempre el alma de la fiesta, pues nada más llegar montamos una conga que a los fineses les pareció un baile celestial, pues rápidamente todos se engancharon. La conga acabó derivando en los típicos baile-show que hacen los que van verdes de alcohol, como por ejemplo, un finés que iba disfrazado de hitler setentero. En la foto, en pleno baile con todos mirando. Impagable, de otro planeta. Lo malo de estas fiestas es que a las dos de la mañana te largan a casa, aunque esta vez había organizada after-party en el basement de la Student, así que allí nos bajamos a hacer el moñas con grandes hits en finés como música de ambiente. Esta música era básicamente canciones famosas de toda la vida, pero que los fineses en su tiempo se dedicaron a traducir al finés para versionarlas. Por ejemplo, ABBA. No faltaron clásicos como el YMCA, raining men, y demás canciones masculinas que mueven masas.

A la vuelta, after-after party en casa de Mugambo (en la que también vive Juande, y estos días Jordi) y ya hasta el día siguiente. Lo malo de prolongar tanto la fiesta a estas alturas de año es que ahora en Finlandia, antes de las 4 y media de la mañana, ya empieza a entrar por la ventana una luz lo suficientemente molesta para retrasar el sueño. A este paso en Mayo viviremos en día perpetuo. Habrá que improvisar unas cortinas.

domingo, 19 de abril de 2009

Aventuras en Manhattan

Comenzado el Wappu, comenzadas las locuras que con él van de comparsa. Llegados Jordi y Maite, tocaba por ser miércoles irse al Giggling Marlin, previa fiesta en Teknologiapuistonkatu (idioma endemoniado el finés, cuesta escribir el nombre de una triste calle). El motivo de irse a Teknologia fue que Bea amablemente hacía una paella acompañada de varias tortillas de patata, plato muy socorrido éste cuando uno no quiere aparecer con las manos vacías, y para que no te tachen de cara o sinvergüenza. Cenados y bebidos, marchamos en bicicleta al Giggling, lo cual hacen seis kilómetros (o más) de recorrido, y por ende aumentan las probabilidades de accidentes.

Y así fue. Bajando la cuesta de la universidad, yo caí estrepitosamente al suelo, me dí con toda la cabeza en el duro cemento, y me rompí una rótula y el peroné en tres trozos (estas dos últimas cosas se demostró después que eran mentira, estoy como una rosa, pero al momento pareció eso), quedando mi abrigo roto y mis pantalones llenos de barro y fango, también rotos. Estando en el suelo malherido, se me acercó un finés que paseaba a su perro, y mientras éste último olfateaba mis pies, el finés me preguntó que si quería algo de beber. Cosas de fineses. Más tarde, Mario apareció con medio cuerpo descosido afirmando que también se había caído, aunque no hay testigos de semejante cosa. Retomando la marcha Mario y yo en soledad, nos encontramos a Juande en medio del campo con su bici, y nosotros inocentemente le pasamos, con un amable "¡venga, arranca!". Pasarían unos segundos hasta que nos volviera a adelantar a Mario y a mí, y desapariera en la lejanía al grito de "Os espero, no me esperais, que os den por culo".

No había terminado la noche, porque una vez saliéramos algunos del Giggling y otros del Diva, nos enteramos al llegar a Karanko de que había un español preso en la cárcel, otro con la cara como un higo, y todos identificados y apuntados en las listas de la "loca academia de policía", encargada de que el orden prime en Lappeenranta.

Muy graciosa la noche. Allí me las den todas. Por cierto, que el post reciba este curioso nombre fue idea de Mario, que me lo pidió expresamente a la vez que chillaba "tengo tanto dolor que mataría a un tío" mientras daba un sprint con su bici.

jueves, 16 de abril de 2009

WAPPU

Ayer, miércoles 15 de Abril, dio comienzo oficial Wappu, la fiesta universitaria más grande de toda Finlandia. Lo que tiene esta fiesta es que dura más de dos semanas, con eventos casi todos los días a varias horas, y con el fin último de engancharse una gorda a diario, a poder ser. Parece que durante este Wappu no harál demasiado calor en Finlandia, y más en concreto en Lappeenranta, pero es ya el momento de rescatar la bici para tener todo más a mano... aunque ya se sabe que la pereza es la madre de todos los vicios. También es momento de coser a mi overall todos los parches que he venido comprando este año para fardar un poco, así que haré un curso exprés para convertirme en maestro costurero. Con todo el ánimo en las nubes y muy motivado, es una lástima el que mi Wappu ayer no comenzara del todo bien, porque me gasté 6€ en una fiesta a la que al final no fui. Bicis, yo os maldigo.

Veo por mi ventanal que no hay nubes en el cielo, se ve azul, e incluso parece que ahí fuera hay 20 grados. Lo último es falso, mi Windows me devuelve a la realidad diciéndome que hay 3, y que se aproxima nieve, en Abril. Cambio climático, pero al revés. Fancy, Pavel y Laura charlan alegremente en la puerta del Valintatalo como si estuvieran en un chiringuito. El verano ya está aquí, hace frío, pero se acerca. Por fin comienzan a derretirse los montones de nieve para dejar paso a una creciente hierba que asoma tímidamente por las calles llenas de mugre y grava.

Hoy jueves 16 no hay ningún evento interesante en el programa de Wappu, así que aprovecharé para hacer algo productivo... ¡antes de que mañana lleguen Maite y Jordi! Vienen con motivo de Wappu, y se van a tirar aquí diez días, así que tendré una nueva inquilina en casa, ya que he cedido amablemente a Maite mi sofá. Jordi se acomoda en casa de Juande. Haré reportaje fotográfico de la semana intenso. Voy a recoger mi bici, que se está arreglando. Más en breves.

Estocolmo

Mucho tiempo sin escribir, ciertos acontecimientos en mi vida, en este caso un viaje, hacen que este diario se vuelva irregular y poco fluido. Pero cada vez que escribo, sé que sacio vuestras mentes, haciendoos aguantar unos días más.


Estocolmo. Ciudad señorial. Ciudad a la que irse a vivir una temporada. No fue un viaje largo, ya que salimos un sábado a las cinco de la tarde de Helsinki, para llegar al día siguiente a Estocolmo a las diez de la mañana, cogiendo el famoso "love boat" (comúnmente conocido como fucking boat, aunque todos los barcos que hacen esa ruta son denominados de esta manera). Historias sombrías en el barco aparte, entendiendo por sombrías la clase de historias que sólo el que las vive conoce y se niega a contar a los demás, todos esos viajes son ociosos y chanantes debido a un oportunamente colocado "tax-free" en alguna parte del barco. Ésto último quiere decir que la gente va a la tienda a dejarse los dineros en alcohol, y así acaba el barco, lleno de pedofas. Digno de ver y vivir. En la foto y por su orden, Sevilla, Javi, Mario, yo mismo, Juanmi, Banis, Leo y Juande, los que fuimos al viaje, con Sandra que nos hizo la foto.

Llegados a Estocolmo, y solucionados los problemas con el hostal, dirigimos los pasos hacian Gamla Stan, que es como se llama la isla en la que se encuentra el casco antiguo, y la mitad de cosas que hay que ver, como por ejemplo el Palacio Real, la catedral o Västerlanggatan, calle de tiendas más popular de Estocolmo, aunque sean casi todas de souvenirs.


Tuvimos la suerte de ver el cambio de guardia entero en el Palacio Real, aunque fuera algo que no esperáramos ya que llegamos a la una de tarde, cuando estaba programado para el mediodía. No fue otra cosa sino el cambio de guardia el que me hizo pensar que Suecia sí fue un país poderoso en su tiempo (a diferencia de nuestra ahora floreciente Finlandia), y Estocolmo una de las más elegantes ciudades que yo haya visitado en muchos años. Fue ésto lo que le faltó a San Petersburgo, el señorío. Después de comer, fuimos a visitar el ayuntamiento, el gran proyecto arquitectónico del siglo pasado en Estocolmo, y que acabó siendo lo que más me gustó.

Dejando a un lado el resto de detalles de la parte cultural de la visita, por la noche algunos nos decidimos a salir, aunque fuera domingo. A pesar de las malas predicciones de fiesta un domingo en Estocolmo, encontramos sin ninguna dificultad dos discotecas abiertas, eligiendo al final la más barata: 11€. La otra eran 16€. Ya había oído que Estocolmo de noche se vuelve Finlandia, es decir, caro. Debe ser que en los países nórdicos son mucho de apartheid, porque, como en Helsinki, las discotecas tienen su reducto negro, es decir, una sala llena de "personas de color" con sus correspondiente DJ's malotes y de color también. Todo muy étnico.

Estocolmo ha sido con San Petersburgo la ciudad que más me ha gustado este año, aunque a Estocolmo me iría a vivir, y a San Petersburgo no. Marca la diferencia. Intuyo que la crisis debe haberse acabado, ya que nos hemos encontrado en Estocolmo a media España de vacaciones. No es difícil reconocer a turistas españoles al uso fuera de sus fronteras, simplemente hay que distinguir a las personas que hablan a voces por la calle. Todo el griterío siempre sale de vacaciones, es una cosa que nunca me pude explicar. Vergonzante.

Por cierto, en Estocolmo fue la segunda vez que me puse en manga corta este año. La primera vez fue en Finlandia, un fin de semana de Agosto. La segunda, como digo, en Estocolmo, con unos deliciosos 15 grados y un sol muy rico, que nos sentaron como gloria bendita. En Finlandia, en cambio, nos cuesta pasar los 3 grados, y además mañana nieva.

lunes, 6 de abril de 2009

¿Pero qué broma es ésta?

¿Pero estamos locos o qué? ¿Es hoy 6 de Abril? Ayer domingo, Finlandia seguía acercándose a convertirse, lenta pero inexorablemente, en un país libre de hielo y nieve, esta última conocida ya por algunos como "mierda blanca caída del cielo".

Pues hoy lunes, a la misma hora en la que escribo el presente post, Lappeenranta amanece blanca como la leche, saludándonos con una capa de nieve "simpática", y una pequeña tormenta de nieve. Lo cual trae, como lleva pasando desde hace un mes, varias consecuencias (aunque quizá pudieran recibir el apelativo de represalias naturales). Estas consecuencias se derivan del siguiente proceso que se repite semana sí, semana también: nos ponemos bajo 0, nieva, la nieve se congela, nos ponemos sobre 0, la nieve se derrite, vuelta a empezar. Consecuencias: cuando nieva, la gente maldice; cuando la nieve se congela, la gente se cae porque se forman las pertinentes placas de hielo en los lugares más oportunos; y lo peor de todo, cuando la nieve se derrite, queda el suelo entero lleno de barro durante días, acabando uno hecho un cristo.

Decía Victor Hugo que "la risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano"; pues bien, esta última frase es una chorrada de la que me acabo de acordar, y que me hace pensar que quizá lo que haga falta es que llegue un sol que mande al quinto jaral toda la nieve que se viene acumulando desde hace cinco meses. Y puestos a citar frases, como diría en su día una triste celebridad española, "se me ponen las plumas de gallina" de pensar que siga cayendo nieve indiscriminadamente a estas alturas del año. Porque, aunque pudiera sonar a mentira, tengo ganas de volver a coger mi bici, que está en el caserón más aburrida que un mono en un manzano.


Tristemente, me acabo de dar cuenta de que apenas llego al post por semana este último mes, y desde luego no es porque no haya cosas que contar, es porque este periodo los de IT estamos injustamente ocupados con quehaceres universitarios. Sea el viaje a Estocolmo de este fin de semana, cada vez más próximo, como un paréntesis a la vida que llevo este abril. Salgo a la tormenta.