Historia no muy difícil de explicar, pero que merece post por tanto jaleo que lleva trayendo desde hace semanas.
Así que el sábado decidimos hacer una fiesta "sorpresa" para dársela todos, teniendo que inventar una historia para que se viniera a casa de Ula para hacer alguna chorrada (secarle el pelo, o una típica gilichorrez de tias). Todo muy emotivo. En la foto, los asistentes a la fiesta, que también se convirtió en una mala excusa para beber, en este caso champán y vodka.
Eso sí, empezaré a extender por Lappeenranta que yo también fue vil e injustamente robado en San Petersburgo, a ver si se organiza una colecta y me cae algo. Quizá se esté organizando ya, y todo sea una sorpresa. El caso es que este sábado yo me voy, así que si vais a hacerme una fiesta sorpresa, que sea como tarde el viernes.
0 comentarios:
Publicar un comentario