sábado, 20 de diciembre de 2008

Vuevo a casa por Navidad

Como el turrón. Con la fiesta de ayer quedó finiquitado mi Erasmus en su primer semestre, y aprovecho mientras estoy en un café en Helsinki en espera de ir al aeropuerto para escribir el último post del 2008, con la compañía de un catalán que casi ha provocado que estalle de tanto comer sushi hoy. El catalán es Caaaaaarlos (ya te menté, vuelves a ser famoso en la red de redes).

Como fin de semestre, fiesta en casa de Lucas a la que mi flatmate y yo llevamos el mejor bizcocho de plátano que haya salido nunca de ningún horno finés. Día sobre todo de despedidas, porque todo el grupete guiri se me va para no volver, al menos hasta abril que es cuando la gente promete visitarnos por vappu (lo que es vappu y lo que conlleva, cuando llegue el momento). Y cómo no, lo que no podía faltar el último viernes en Lappeenranta era una de GIGGLING MARLIN, que oficialmente se ha convertido en nuestro santuario de ocio. Fin de noche con villancicos, y larga after party hasta hora y media antes de coger el tren para Helsinki.


En la foto de aquí arriba, cuando Lucas nos quiso meter a todos en su cuarto a ver si cabíamos, y no cupimos, al menos en la foto. Pues nada, echaré a mucha gente de menos, así que a ver si todos los nuevos erasmus que vienen el segundo semestre son tan AWWWESOME como en este primero. Cuando vuelva en enero para allá, el día 8 para ser exactos, más novedades.

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