lunes, 29 de septiembre de 2008

12 metros de orgullo finés

El día de hoy se resumen en pocas palabras, porque ha estado cargado de decepciones encadenadas unas con otras. En detrimento de una clase de UNIX SYSTEM & PROGRAMMING, marchamos de excursión Alen, Maria y yo para Savonlinna. Savonlinna es un pueblo que está a dos horas de aquí, y que según decía la gente tenía mucho que ver.

Al final nos hemos quedado sin saber si merecía la pena o no, porque el pueblo entero estaba cerrado como si se acercara el día del Juicio Final. La principal atracción turística, que es el castillo en medio del agua que se puede ver en la foto, también cerrado, e infestado de obreros que te echaban de rincones interesantes del castillo con desagradables bufidos fineses.

Anyway, lo mejor del día queda resumido en la siguiente foto, que no necesita introducción ninguna. La envidia corre por las venas de todos los habitantes de Karanko, incluída tú también María, que en Suecia no hay banderas de estas.



Mundo, muérete de envidia. He dicho.

1 comentarios:

Anónimo dijo...
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