miércoles, 15 de octubre de 2008

Swiss evening

Y es que el otro día, Lucas y sus dos amigotes suizos que han venido a visitarle estos días reservaron la casa del lago que hay enfrente de la uni. Invitados: todo el que pasara por allí. Sólo había que llevar un bañador para la sauna (quien quisiera, que aquí hay muchos que van en bolingas por Finlandia en momentos de sauna), y un estómago listo para una fondu de queso y alcohol a cascoporro. Lo bueno de este queso es que luego te dejaba un aliento delicioso. De eso que te da gusto hablar con la gente después para ver cómo torcían el gesto.


Como siempre, el proceso fue el mismo. Primero una sauna de 15 minutos y con cervecita fresca para refrigerarse en el proceso. Luego, fuera a bañarse a la gélida agua del lago, paseo a 5 grados por allí (el frío, para los no iniciados, no se nota a la salida de la sauna) y vuelta a la sauna otro rato. Una vez saunados, dentro de la casita otra vez a probar productos suizos, que como ya he dicho, consistían en una fondu, macarrones con queso suizo, chocolate suizo, y licores suizos de esos que suben que no veas (hubo carrera de shots entre la spanish pipol ante la atónita mirada de los presentes)

En la foto, Alen y yo probando el pan mojado en el queso suizo. AAAAAAWESOME!!!!


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que ver, España asolada (servidor incluído) por una pandemia de gripe y tú dándote baños en las gélidas aguas de Finlandia sin consecuencia alguna. Es una dura pérdida para el Comando Batín...